Berlín, 23 marzo 2007 la hora de comer

06/04/2007 Manel Sanz General

Al segundo día de estar en Berlín, localizamos un restaurante con buen aspecto, parecía que los clientes eran berlineses. ¡Pues volveremos! Los días pasan y nos habíamos olvidado. De casualidad los encontramos era una buena hora para comer ¡ adelante ! Lo único interesante es su decoración y si tuviéramos más tiempo en averiguar, hasta los objetos y las pinturas pueden imitar al pasado. Es verdad que gracias al imitador se han descubierto imágenes olvidadas y nos transportan a sentirnos como en los años treinta que este sería el caso, igual como uno de los espectáculos estrella en Berlín es Cabaret.

Hay un número importantes de puentes de tren o de tranvía y a diferencia de otras ciudades los espacios los ocupan para instalar negocios de todo tipo: peluquerías, bares, restaurantes. Este es el caso de donde comimos.

El día avanza, es hora de visitar el Museo de historia de Berlín: No te pierdes nada si no te acercas. Es un circuito muy visual, con objetos grandes y te hacen sentir como el protagonista de lo que estas viendo, esta pensado para grupos y escuelas.
Si que es verdad que al salir del museo pasas obligatoriamente por una tienda de souvenir
y libros, hasta en español, nos ayudó a situarnos a conocer correctamente la división de Berlín hasta 1989.
Ahora la búsqueda es a un montón de papeles y de dibujos concentrados en un libro de A.Humboldt. Cerca del Museo en la calle Kurfürstendamm hay numerosas librerias en el barrio de Charlottenburg, antes de la unificación era el centro de la capital. Tiene todo el aire burgués y turístico a la vez. Muy interesante pasar unas horas por sus calles repletas de tiendas de interés. Entramos en diferentes librerías a cual mejor, “librerías con encanto”. En una nos encontramos un retrato de Walter Benjamin en blanco y negro que lo habían manipulado con una fotografía actual donde dos conferenciantes hablaban, de tu a tu, con el insigne filósofo. ¡Es necesario volver para conocer este barrio!

Compramos la cena de una tienda de delicattese y a casa. Nos despedimos de Berlín. Hasta la próxima, espero que no muy tarde.
Mañana a las 6 de la mañana de pie. A las 10,30 tenemos vuelo de regreso a Barcelona.